31 enero 2012

Y luego se fue otra vez y volvió a venir.

La primera vez que yo vine a Los Angeles, hace ya cuatro años, me quería quedar a dormir en un albergue de una cadena de albergues que había conocido antes en San Francisco, así de casualidad andando por la calle, porque como de costumbre, me había venido aquí sin organizar nada. Pero bueno, eso tampoco viene a cuento. El caso es que cuando llegué a Los Angeles, quería irme a dormir a ese sitio, pero estuve buscándolo por todos los lados posibles y no lo encontré, aunque tenía la dirección, el nombre de la calle no venía en mi mapa, y mi inglés era lo suficientemente malo como para no entender nada de lo que la gente me decía. Total, que después de pasarme 2 ó 3 horas buscando el albergue en cuestión, (que paradojas del destino, ahora lo veo todos los días, porque está justo enfrente de mi casa), al final decidí irme a la playa y pasar la noche en el coche. La primera playa que llegué es la que está debajo del aeropuerto, pero pensé que no podría dormir si estaban toda la noche pasando aviones por encima de mi cabeza, así que me fui hacia el sur, y encontré una especie de fábrica horrible, que daba bastante mal rollo, luego una zona con un montón de gente que daba bastante mal rollo también, y finalmente, un área residencial, con bastante buena pinta. Aunque pensé que alguien se podría asustar si aparcaba y me ponía a dormir allí, a mi me pareció bien, y allí me quedé y dormí estupendamente.

Total, que yo desde que estaba aquí en L.A., había querido volver a esa playa, pero por H, por B y porque está... allí, pues nunca había vuelto. Entonces el Sábado pasado, como había avanzado trabajo, se me ocurrió tomarme el día libre y marcharme a Manhattan Beach. Pero claro, la idea no era coger el autobús, llegar a la playa y volverme, porque entonces habría sido un poco aburrido, y a ver que iba a hacer allí una vez llegado, así que en vez de marcharme a Manhattan Beach, me cogí la bici y me fui (en autobús) a Santa Monica, con la idea de luego llegar a la otra playa, bicicleteando (algo menos de 20 Km, hay).

Entonces eso es lo que hice el Sábado. Llegar a Santa Mónica, comer, y luego bicicletear tranquilamente, porque además hacía un día estupendérrimo. De Santa Mónica llegué a Venice, y de Venice a Marina del Rey, que es como el puerto deportivo, y lo tuve que rodear, lo cual fue un poco fatigoso, porque yo pensaba que era mas pequeño y bueno, di unas cuantas vueltas. Y allí me encontré con unas chicas que andaban igual de perdidas que yo y me preguntaron que como se llegaba al otro lado, y me trataron de "sir" que a mi nunca me habían dicho "sir" (que es como señor, pero en inglés americano). Pues eso, que no las pude ayudar mucho, y después de dar algunas vueltas, pude llegar al otro lado del puerto deportivo, y entonces ya, pues lo que estaba previsto. El aeropuerto, la central térmica (o lo que sea), y luego "El segundo" y ya, "Manhattan Beach" Y cuando llegué a Manhattan Beach, pues me compré un café y me puse a ver la puesta de Sol, pero justo antes de que se terminara de poner (quedarían como 15 minutos) me acordé de que a las 20:00 quería estar en UCLA para ver una especie de teatro musical que hacían y que actuaba un compañero del coro mío, así que cogí mis cosas, y tres metros y un autobús después, llegueé a UCLA, justo para entrar antes de que cerraran la puerta. Luego me di cuenta de que podía haber llegado mucho antes si hubiera sabido que linea de autobús coger, pero como no lo sabia, pues nada.

Y aqui os dejo un video que hice mientras bicicleteaba, para que veáis el ambiente que hay por ahí.
Pero no se como se vera. Desde luego, recomiendo que lo veáis sin audio, porque le daba el viento a la cámara y se oye mucho y es desagradable.


Y eso fue el fin de semana, porque el Domingo no salí de casa.

Y hoy... porque tenia ensayo, que si no, tampoco.

Y eso ha sido todo por hoy!

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