Luego me desperté de la siesta y me cogí la bici con la idea de hacerme una calle entera en un sentido. Como aquí las calles son tan grandísimas, pues uno puede coger una calle y tener la seguridad de que no se perderá, porque cuando se canse es solo volver hacia atrás. Y al final siempre se cansa uno, porque por ejemplo Wilshire, que es la que más veces he cogido mide 25Km de punta a punta, así que no suelo encontrar problemas. Pero ayer me encontré con un obstáculo en forma de tienda de música. Resulta que iba yo bicicleteando y me encontré con el "Guitar center", y tantas veces me había preguntado mi amiga Elena Raquel que si había ido, que me decidí a entrar. Pero claro, entré, vi una tienda llena de guitarras hasta la bandera y dije: Muy bien, muy bonito, pero ¿qué pinto yo aquí?. Así que tal como entré, salí.
A la salida me encontré con un centro comercial que tenía una librería grandísima, así que aparqué mi bici (tenía aparcamiento de bicis el centro comercial) y me metí en la librería. Y cuando terminé de verla, no compré nada, me volví pa casa, porque empezaba a hacerse tarde. A la vuelta, pasé por un cine que echaban la última peli de Harrison Ford, de la que hablé antes de ayer. Me metí y como no había cenao se me antojó un combo de esos de cocacola más helado de vainilla. Al final resultó que está bueno, pero no tanto, y yo creo que aquí funciona y en España no, porque aquí la cocacola es más dulce y no te deja ese regusto amargo que deja la de España, así que combinan mejor. Pero de todas formas, todo es cuestión de probarlo.
La peli me gustó, pero tampoco es nada del otro mundo, ahora, que como sale Harrison Ford, pues uno está bien allí.
A la salida me vine a la residencia y me puse a terminar la edición del cuarteto de clarinetes que había escrito en mis últimos días en Córdoba. Resulta que se lo tenía que haber entregado al cuarteto Casare, que eran los que me lo habían encargado, pero con eso de la hospitalización, pues se me olvidó completamente y el otro día recibí un mail de uno de ellos recordándomelo, así que me puse con el cuarteto.
Justo cuando había terminado e iba a escribir la entrada diaria (que ya era tarde...) apareció una chica de mi residencia y me dijo -Oye, yo no he cenado, ¿tu? - A mí se me había olvidado cenar, con eso de la cocacola con helao de vainilla, así que tenía hambre y de hecho estaba pensando en qué hacer, por lo que me fui con ella. Eso estaba bien, porque así practicaba mi inglés. :D
Luego ya cuando llegué de nuevo era tarde y escribí las dos lineas esas que dejé ayer.
Y hoy me tiré todo el día escribiendo la música para el corto que hicimos en Febrero y que se estrena en Ceuta a finales de Agosto. Nacho me había dicho que tiene que estar para el 16 y que si no tengo la música pues no se puede presentar y de todas formas, yo tenía pensado ponerme este fin de semana con ella.
Porque resulta que el lunes y el martes que viene no tengo clase en la escuela, porque justo este fin de semana es el cambio de turno de los que tienen sólo el módulo de 6 semanas. Este curso podía hacerse de 6 semanas o de 12. Yo cogí el de doce, pero ahora hay gente que entra nueva este lunes y tienen que hacer el examen de nivel y todo eso y claro, los profesores están liados.
Y como tenemos un puente de cuatro días, todo el mundo está haciendo planes maravillosos para irse a Las Vegas, o a San Francisco, o a México, o a San Diego, pero yo no puedo ir a ningún lado porque tengo que escribir la banda sonora y porque tengo que estudiar para el examen de TOEFL, que es el viernes que viene.
Así que, me espera un puente de cuatro días de encierro estudiantil, lo cual también está muy bien, qué carajo.
Y como prometí, ración doble de post para hoy,
Ea, que no os podéis quejar.
Y dejadme comentarios, que si no esto se hace muy aburridooooo!!!!
