Día 379. Creo, ya he perdido la cuenta.

Ahora me voy a ir al cine. Porque me apetece, hala. Así que antes, para hacer tiempo, escribo un poquito por aquí, que hace mucho tiempo que tengo esto como abandonado.

Que nada, el otro día fue mi cumpleaños, y para celebrarlo, pues me fui a hacer turismo por lugares exóticos. Primero estuvimos en un pueblecito del lejano oeste, donde rodaban películas de vaqueros. Antiguamente, cuando las películas de vaqueros tenían tirón. Pero estaba todo como abandonado. Habían tapiado puertas y ventanas para que la gente no se meta dentro a hacer botellón, y ya está. Ahí está. No creo tampoco que les importe mucho ya.

Luego estuvimos comiendo en una especie de chiringuito de playa, pero en pijo, en Malibú. Me llamó la antención, que claro, yo estoy acostumbrado a los chiringuitos de Málaga, donde te recibe el típico señor feo cincuentón y te da de comer. En este chiringuito tenían en la puerta a tres muchachas bonitas para recibirte. Y luego los/las camareras también eran así jóvenes y apuestos. Para mí es raro.

Luego estuvimos en un parque hecho así para que se utilice como retiro espiritual. Estaba bonito y relajante, pero me dio cosa romper esa paz que había sacando mi cámara.

Y luego ya para terminar, estuvimos haciendo Hicking por Topanga Canyon.

Y ya está. Ese fue el día. Por el camino también fuimos a entrar a un palacete o algo por el estilo, que decía que era gratis, pero cuando aparcamos y fuimos a entrar nos dijeron que no se podía entrar andando, que había que entrar en coche, aparcar el coche dentro y pagar el parking (no son listos...). Estuvimos un rato discutiendo: ¿Qué pasa si no tengo coche? ¿Qué pasa si soy he venido andando desde Los Angeles? Pero no hubo nada que hacer. Me cabreé un poco por recibir esa respuesta, pero bueno.

Eso fue un poco todo. Luego ayer, post cumple, y hoy día normal.