22 agosto 2008

El regreso (y IV)


Desde Toroonto vole a Londres. El viaje, bien, sin contratiempos, salvo que una vez aterrizados nos tuvieron un rato largo esperando antes de dejarnos desembarcar. Una vez en Londres, como tenia todo el dia, y me quedaban algunas libras, decidi acercarme al centro, dejar la maleta en una consigna, y visitar algo de la ciudad. El Big ben, por ejemplo. Sin embargo cuando llegué y desayuné, empecé a sentirme cada vez más cansado. De todas formas, sali decidido a buscar el Big ben. Pero cuando sali de la estacion, me encontre con uno de esos autobuses turísticos que hay en todas las ciudades del mundo y que imitan a los autobuses londinenses y que en Londres, por tanto, se autoimitan a sí mismos, y pense que era un forma descansada de ver un poco la ciudad. Asi, no desperdiciaba tiempo perdiéndome. Me subí, y vi bastantes cosas, el Big ben, el puente este famoso, la Tate Modern, catedrales, iglesias... etc. hice muchas fotos.
Luego, terminó el recorrido, me comí un "fish´n chips" y me fui al aeropuerto. Cuando llegué, tablé conversacion con dos muchachos que habian ido a Londres a pasar el fin de semana, y que casualmente, volvían en el mismo vuelo que yo. Facturamos, nos bebimos un par de cervezas, nos metimos en el avión, llegamos a Madrid con retraso, y lo más gracioso e todo, cuando llegamos a Madrid, se equivocaron al desembarcarnos, y nos metieron en una sala, pero las maletas iban a otra, por lo que todos tuvimos que coger un autobus, que nos cambio de sala (o de terminal). y lo mejor, es que nadie avisó, se suponía que teníamos que intuirlo. A nosotros nos los dijo una muchacha
- Eh, vosotros veniais en el de Londres, ¿verdad?. Que hay que irse a la otra sala de allí.
Cogimos el equipaje, y ya me acerqué a Atocha, donde tenía pensado pasar la noche, pero cuando llegué, estaba cerrada, por lo que se me chafó el plan. Me acerqué a un bar que habia abierto, donde me tomé un café, y también conversé un poco con un americano que estaba más o menos en la misma situación que yo. A las dos, el bar cerró, y nosotros nos fuimos a la plazoleta donde está el "Reina Sofía", pero con tan mala suerte de que empezó a llover. Cuatro gotas, lo justo pa molestar. Así que nos volvimos a la estación. En la puerta principal, ya habia mas gente esperando que abrieran, así que nos unimos al grupo. A las cinco abrieron, y a las 6:30, salio el tren. Pero vine la mitad del camino durmiendo.
Fin.

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