...y 0

Los últimos días fueron días de despedidas. Pero no eran despedidas tristes, porque siempre terminaba con un "hasta pronto". Me dí cuenta de la calidad de amigos que tengo y pensé que en realidad no los merezco. Y ya, cuando estaba en el avión a 39000 pies de altura, me dí cuenta de que no os voy a volver a ver en mucho tiempo. Eché de menos un montón, añoré a mis padres y me entraron ganas de bajarme, pero como la cabina estaba presurizada no me dejaron bajar...

En fin, que ya estoy aquí, en Los Angeles. Quién me lo iba a decir. Y no ha sido fácil. Os hago un resumen del día de hoy que ha sido largo. Empezó en Madrid, donde había llegado con un mercedes alquilao cortesía de los puntos travel club, que me lo dejaron por cero euros. Me levanté pronto, para llevarlo al aeropuerto, pero allí no había indicaciones por ningún sitio, así que me fui a mi terminal, lo dejé en un parking cualquiera y me fui a buscar las oficinas de Avis, que resultaron estar en la terminal 1. Así que tuve que volver coger el coche otra vez y marchar a la terminal 1 con él, dejarlo y volver a la terminal 2 con las maletas. Allí estaba María esperándome para despedirme. Nos dimos un abrazo y se fue. Y la mañana fue normal, embarqué rumbo a Zurich y lleguamos en tiempo. En Zurich estaba lloviendo y hacía un frío del carajo, pero como tenía el tiempo justo y aquél aeropuerto es bastante grande no me dio tiempo a darme cuenta. Cuando quise llegar a la puerta de embarque, quedaban tres tipos en la cola. Me metí en mi avión y poco después despegamos.

Como era un vuelo directo, pues eran 12 horas y media de vuelo, que se me hicieron bastante largas, pero no aburridas, porque me había pillado un asiento con ventana y vine mirando el paisaje, como si fuera un niño de cinco años, que pega la cara a la ventana y no se aparta de ahí. Lo malo fue que casi todo el tiempo estuvo nublado, pero un momentito, cuando pasábamos por el mar que separa Groenlandia de Canadá, se despejó y el espectáculo fue alucinante, con todo el mar a medio descongelar, lleno de glaciares gigantes a la deriva. Estuvo muy bien, luego se mantuvo despejado hasta la mitad de Canadá y vuelta al cielo nublado, hasta casi llegar a L.A.

La llegada fue un poco rara, porque aunque llegamos a las 16:20, tuvimos que hacer una cola bastante larga para el control de Aduanas, y por si fuera poco, cuando estaba ahí me dijeron que mi nombre era parecido al de un tipo que andaban buscando, así que por favor les acompañara a una habitación para que lo investigaran un poco. Me llevaron a la habitación dichosa llena de gente (la mitad españoles, dicho sea de paso, aunque yo creo que es porque el tipo que buscan le llama Jose). Total, que no me preguntaron nada en realidad, sólo que si había ido a algún país islámico últimamente, les contesté que no, pero me tuvieron un buen rato esperando, y lo bueno es que se encargaron de llevarme las maletas allí, así que me ahorré esperarlas a ellas, y al final salió un tipo y me dijo: Ea, que ya está. Pero con las tonterías eran las 7:00 (hora de aquí), en España eran ya las 3:00. A las 7 me cogí un micro bus de estos que llevan a un montón de gente y me trajo al albergue. Y aquí no hice nada salvo comer algo y escribir este post.

Como os podréis imaginar, estoy medio muerto de sueño, así que me limito a contar las novedades y me voy a dormir, esperando que con lo tarde que es, mañana me estabilice el ciclo e sueño.

Ea, pues eso!
Mañana, más, y como no tengo cámara de fotos, no hay foto.

:)