Día 66. Korea.town

Hoy me fui a hacer la reserva oficial del piso ya. Porque me llamó por la mañana la señora, bueno, aquí era por la tarde, pero pa mí como si fuera por la mañana. Serían como la una y algo..

Total, que eso, que me fui payá. Mi amigo Se-Yeon me había comentado de ir a un restaurante coreano que ponían comida coreana de la de verdad (por lo que se ve, los que hay por aquí por Westwood son imitaciones) y que iba a ir con dos chicas más, una muchacha japonsea y otra coreana, y que si me unía. Yo le dije que sí, que por supuesto y quedamos en el apartamento nuevo, con tan mala suerte de que justo llegó él cuando yo estaba dentro y eso que tuve que esperar un rato a la mujer que lleva el tema y él me había llamado antes pidiéndome que esperara en la puerta y bueno, follón.

Total, que la comida coreana me gustó más que la comida china. Aunque tienen la misma base. El los sitios coreanos, te ponen un montón de comida que no has pedido, así como aperitivo. Una de las cosas que nos han puesto ha sido un pescao, parecido a la pescadilla o a la pijota (yo nunca me aclaro con los nombres de los peces), y hubiera estado bien de no ser porque allí no se usan cubiertos para nada, así que, a comerse el pescao con palillos. Pero lo he solucionado dignamente. Me he comido mi pescao y más cosas que han puesto por allí y luego ha llegado el plato principal. Yo había delegado en Se-Yeon, le dije: Elije tú, porque aquí está todo en coreano y no me entero, y me pidió una especie de potaje de marisco con tofu, que se come acompañado de arroz. Eso lo tiene en común con la comida china, que se comen el arroz igual que en España nos comemos el pan. Casi que se utiliza para mojar sopas y todo. En serio. Y la comida me ha gustado mucho, mucho. Todo hubiera salido a pedir de boca, de no ser porque cuando terminamos se acercó la camarera, y cogió los cacharros donde había traído el arroz, les echó agua y el arroz así que se queda pegao cuando haces arroz y no tienes cuidao, pues con el agua nos lo sirvió otra vez a cada uno. Y me dijeron que allí en Corea eso es el postre. Lo probé, pero claro, qué podía esperar. Arroz que se ha pegao a la cazuela con agua... pues eso, un pelín soso. Pero es verdad que deja un regustillo agradable al cabo del rato.

Y nada más, que esta vez me he acordado de mis lectores y le he hecho una foto a la mesa antes de empezar.
Ea, pa que os quejéis!