05 enero 2012

Segunda temporada. Vuelta a casa

Aunque estoy supercansado, voy a escribir unas lineas, para contar el día de hoy, que ha tenido, en definitiva, forma de viaje.

Llegué a Barajas con tiempo, porque a mi me gusta llegar a los aeropuertos con tiempo, y caminar por ellos y pasear y esas cosas. Cuando la economía lo permite, también me gusta comer algo.

El caso es que esta mañana, voy a Barajas y me encuentro, así como quien no quiere la cosa, un concierto de música barroca con instrumentos originales. Como no tenía nada mejor que hacer, me puse a escuchar a los chavales, que se ve que eran estudiantes de Atocha, y no lo hacían mal del todo, aunque tampoco lo hacían bien del todo, que todo hay que decirlo. El caso es que se ve que a los aeropuertos la gente no va con mucho tiempo, y entonces aunque de vez en cuando alguien se paraba a escuchar, la mayor parte del tiempo, estaban tocando para mi. Es lo que tiene que tampoco puedan llevarse a la familia y amigos, porque dentro del aeropuerto solo se puede estar para viajar.

Total, que yo he escuchado un poquito, pero tampoco mucho, porque me he tenido que ir a coger mi avión. Al avión he entrado sin problemas, pero cuando estaba en el pasillo este que te lleva a dentro del avión, nos han dicho que por problemas técnicos se iba a retrasar 25 minutos, y que como oficialmente ya habíamos embarcado, pues que nos quedáramos ahí hasta nueva orden. Pasados los 25 minutos mas aburridos del día, hemos entrado en el avión. Me ha tocado al lado de un par de jubiladas americanas, que me han tenido entretenido todo el viaje, hemos visto tres películas y hemos comido tres veces, pero aunque parezca imposible, con este plan, se me ha hecho el viaje larguísimo.

La suerte que he tenido es que al llegar a L.A. todo ha ido rodado. La aduana ha sido rápida, nadie me ha preguntado nada extraño, y lo mejor, he podido pasar el aceite que me dio ayer Maria. Nada mas salir del Aeropuerto estaba el bus esperando para llevarme a la otra estación, y este ha sido mas lento porque había un atasco infinito. Pero he llegado a la estación, y he cogido el metro, que a la tercera parada se ha roto, nos han hecho bajarnos a todos, lo han arreglado y nos hemos vuelto a subir.

Asi que, recién llegado a casa, me voy a ver si encuentro algo de comida por ahí, y a dormir, que ganas tengo.

Mañana, a ver que pasa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya! me alegro de que todo haya ido así.
Wellcome back! y Gracias por tu extenso relato, después de un viaje tan largo.
José

Anónimo dijo...

Es curioso que todo haya ido tan bien teniendo tanto imprevistos y averías por el camino. Eso sí, me alegro de que el regreso haya sido medianamente placentero.
Un abrazo
natxoman