Triste.

Resulta que ayer pillé conexión solo unos minutos por la tarde, que fueron suficientes para leer que el tribunal supremo había dictado una sentencia en la que prohibe a los conservatorios expedir la titulación de grado. Y junto con los conservatorios de música, los de danza, los de arte dramático, las escuelas de diseño y las de artes y oficios, que se habían unido para crear el instituto superior de enseñanzas artísticas (todo esto, mientras estaba yo en España). Total, que no lo he leído muy bien todavía, pero parece ser que a la Universidad de Granada, le sentó mal que otra gente pudiera expedir el título de grado (ojo, que no estamos hablando de título universitario, es sólo el nombre de grado, para así cumplir con la propuesta de Bolonia y dotar a todos los países de Europa de un sistema de estudios superiores equivalente, para así favorecer la movilidad entre países por alumnos y profesores). Total, que a esta gente se le cruzó la idea de que se podría confundir una persona que leyera una titulación de grado de una conservatorio y pensar entonces que eso era una universidad, y al supremo, vete tú a saber por qué, pues le pareció normal. Así que desde no se cuando(desde ayer, puede ser), las enseñanzas artísticas no se consideran grado en España. Todavía no sé qué consecuencias tendrá eso, pero me molesta y mucho, entre otras cosas, porque tanto yo, como el resto de los compañeros de mi antiguo conservatorio trabajamos mucho hace dos años para crear un plan de estudios que fuera acorde a las exigencias de este plan Bolonia. Y lo hicimos por exigencias del estado, para que los estudios expedidos por esta institución tuvieran la calificación de grado.

Huelga decir, que con esta iniciativa, España se convierte en el único país de Europa en el que los estudios de música no se consideran Grado.

En fin, que en resumen. Un paso atrás. Y de los grandes. Pero no estoy cabreado. Estoy triste, qué le vamos a hacer.